Escasez de agua: innovar para ahorrar
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l mes pasado, el Ministerio de Obras Públicas decretó que seis comunas de la Región Metropolitana se sumaban a la lista de las que están en situación de escasez hídrica en todo el país. En respuesta, varios alcaldes de la zona oriente de la capital están implementando o poniendo a prueba diversas medidas para atacar el problema a nivel del usuario final del agua, ya sean personas o empresas, como consignó nuestra edición de ayer.
Es claro que la realidad tanto de disponibilidad como de consumo de agua varía mucho según la comuna, como también varían las herramientas y recursos económicos con los cuales cada una puede hacer frente a la escasez. Pero aun teniendo eso en cuenta, el foco puesto en reducir el consumo y desperdiciar menos puede dejar experiencias útiles para todos los municipios.
Así, por ejemplo, reduzca las superficies de pasto para mirar, a la larga, más efectivo que mirar en horarios acotados o usar dispositivos de control de aspersión. Desde luego pocos municipios pueden, como Vitacura, premiar con dinero a los vecinos que reemplacen su pasto por alternativas más sustentables, pero la idea de ir progresivamente disminuyendo las áreas -privadas y públicas- que requiere riego sí puede ser adaptado y replicado en otras partes . Las multas por derroche de agua, o el uso de nuevas tecnologías que reducen el consumo, también podrían ser más extensivos.
Tomados individualmente, el aporte de pasos como estos a la solución de la crisis hídrica es más bien limitado, pero su efecto acumulativo puede volverse relevante en la medida en que, aplicados de forma consistente y persistente, comenzarán a impulsar el cambio cultural que el problema requiere. Ya es claro que la escasez de agua, como el cambio climático en general, no será superada solo con nuevos marcos institucionales y reglas, sino principalmente con una nueva conciencia de las personas y las organizaciones sobre qué significa el uso sustentable de todos los recursos naturales .